30 Días de Oración por mis Hijos ||ANTORCHA DE MI CASA

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App. Oraciones por los hijos

 ¿Cómo orar por mis hijos?

Como Padres solemos ser los mejores intercesores… siempre estamos pidiendo por nuestros hijos, pero muchas veces intensificamos esa intercesión en tiempo de crisis… es nuestra responsabilidad no un privilegio venir delante de Dios para pedir por ellos todo el tiempo.

La Biblia nos enseña a que “Entremos por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza (Sal. 100) debemos comenzar nuestra oración con alabanza. La oración también incluye el pedir a Dios perdón. También debemos pedirle al Espíritu Santo que nos guíe y pidamos como conviene, debemos de tratar que la línea de comunicación con Dios esté completamente clara antes de comenzar a interceder.

1. Se Específico

Durante tu oración en el momento intenso de la intercesión debes des específico mencionando con detalles claros lo que necesitas, recuerda en las Escrituras que el hombre ciego le dijo a Jesús “quiero ver”.

2. Ora los pasajes Bíblicos en alta voz:

Escucha tu propia voz al leer la palabra o citarla en oración, esto fortalece tu fe. La Biblia Cuando oramos lo que la escritura dice acerca de nuestros hijos, el poder de la palabra de Dios quita toda ansiedad y miedo produciendo fe en nosotros. declara la fe por el oír, y el oír por la palabra de Dios (Rom. 10:17).

Escribe tus oraciones en una libreta, y apunta la fecha… entonces anota cuándo y cómo el Señor contestó cada oración. Y Dios le mandó a Habacuc a escribir la visión que había visto para que fuera un testimonio al final de los tiempos (Hab. 2:2-3).

Pídele a Dios que te revele lo que hay en su corazón, entonces ora lo que EL desea para tus hijos. Confía que el Espíritu Santo pondrá en ti pensamientos o pasajes de las Escrituras en tu mente, entonces inclúyelos en tus oraciones. Y cuando estés en tu devocional leyendo la Biblia, Dios hará saltar alguna página con algún mensaje particular, y esto llegará a ser parte de tus oraciones personales.

Ora por el Futuro de tus hijos

Recuerda que algunas oraciones serán “oraciones de espera”. Si orar por los futuros cónyuges de tus hijos o por la elección de la universidad, mientras aún son niños, naturalmente tendrás que esperar para ver la respuesta. ¿Y por qué no comenzar a orar por las cosas del futuro?

Dios dice en su palabra que los hijos son herencia suya. Debemos ver a nuestros hijos como reglaos que se nos han confiado por un tiempo. La oración de Ana fue de entrega a Dios de su pequeño hijo Samuel “Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo. Pues, lo dedico también a Jehová todos los días que viva será de Jehová” 1 Sam. 1:27 -28.

Dedicar nuestros hijos a Dios es un acto de entrega que conlleva una gran responsabilidad. Significa que no solamente dependemos del Señor para que nos ayude a criarlos, sino que aceptemos a esos hijos como Dios los ha creado.

Además de la dedicación de tus hijos al Señor, aquí están algunas metas santas por las cuales puedes comenzar a orar. Puedes añadir las tuyas propias cuando las encuentres en las Escrituras.

1. – Que Jesucristo sea formado en nuestros hijos (lee Gal. 4:19)

2. – Que nuestros hijos, que son la descendencia de los justos, sean librados del mal (lee Pro. 11:21, Mat. 6:13)

3. – Que nuestros hijos sean enseñados por el Señor y su paz sea inmensa (lee Isa. 54:13)

4.- Que ellos aprendan a discernir entre el bien y el mal, y que tengan buena conciencia delante de Dios (lee Heb. 5:14)

5.- Que los mandamientos de Dios estén en sus mentes y en su corazón (lee Heb. 8:10)

6. – Que sepan escoger compañeros que sean sabios, no necios, ni sexualmente inmorales, ni borrachos, ni idólatras, ni difamadores, ni estafadores (lee Prov. 13:20, 1 Cor. 5:11)

7. – Que se mantengan sexualmente puros y separados solamente para sus futuros cónyuges, pidiendo a Dios su gracia para que se mantengan en ese compromiso (Lee Efe. 5:3, 31-33) y que sus cónyuges sean buenos cristianos.

8.- Que honren a sus padres (lee Ef. 6: 1-3) Para que tengan larga vida y les vaya bien.

No ore solamente por sus hijos, ore por sus nietos y bisnietos hasta las mil generaciones, que ninguno de ellos se pierda y que todos sirvan al Señor Jesucristo.